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Al fin, ha llegado el día que llevaba meses esperando, casi un año. Y no es tan genial como pensaba, no se, le falta algo. Tal vez un sol radiante que me diga que ya tengo permiso para disfrutar del verano. O un plan genial. O una sonrisa o un abrazo. O tal vez me falta dormir y despertarme detro de unos años. ¿Qué digo? Esto no puede ser. Hoy es mi día, me da igual que no haya un buen plan. Voy a ponerme los cascos, subir el volumen, escuchar mi canción favorita. Una de mis miles de canciones favoritas. Esas que me levantan el ánimo al instante, y me invitan a cantar y a dar saltos por toda la casa. Un día me voy a caer por las escaleras. Sí, hoy es mi día. Y me montaré una fiesta yo sola si hace falta. Pero hoy quiero sonreir hasta que me duelan las mejillas!