la forma en que caminas

Hoy lo ví. Y otra vez, esa sensación, un vuelco al corazón, vacío en el estómago. Ya sé lo que significa. ¿Por qué me sigue pansando, si ni si quiera reparó en mi presencia? No lo sé, pero es la misma historia, siempre, desde hace mucho tiempo. Eso que finjo que no existe- y que incluso me convenzo de ello- pero que se me cae encima cuando te veo. Y me vienen todos los recuerdos a la mente. Ganas inmensas de llorar.Consigo reprimirlo- orgullo ante todo. Y la misma pregunta de siempre: ¿por qué te fuiste?

cuento

Sí, supongo que todas esperamos que algún día llegue nuestro prícipe azul. Ese que sabemos que no existe, pero, en serio, ¿hay alguien que no lo espere? En el fondo, somos todas unas ilusas -pobres de nosotras- que esperamos al chico de nuestros sueños. Ese del que podrías decir que no es como todos. La frase que decimos cada vez que nos enamoramos, y antes de chocarnos de bruces contra la realidad (por enésima vez). Porque también me direis que eso nunca os ha pasado.
¡Eh! Pero vuelve a la tierra. Recuerda que no existe. Que no tienen más que caprichos, sí, te querrán mucho, pero en seguida se cansarán. Sé realista, ¿quién es el que va a estar a tu lado para siempre? Si es que de verdad existe alguien que vaya a estarlo. pero aúno no me he decidido si existe y a todas nos llegará un prícipe, o no es más que un estúpido cuento.

let's talk

No quiero un "hola, guapa", quiero un "buenos días, princesa". No quiero un esta noche y si te he visto no me acuerdo, quiero una larga conversación. No quiero que me dejes de hablar cuando diga que no, quiero contar contigo siempre. No quiero que me digas que estoy guapa, quiero que me digas que te gusta mi forma de ser. No quiero un beso, prefiero un abrazo bien fuerte. No quiero promesas, quiero demostraciones. No quiero prohibiciones, quiero un montón de planes locos. No quiero un "juntos para siempre", quiero un "hoy, aquí y contigo". No quiero una rosa, me vale con un helado de turrón. No quiero paseos románticos por la playa, quiero bailar hasta que nos duelan los pies. No quiero una cena en un restaurante, soy feliz con una copa y toda una noche para hablar, hablar, hablar... ¿De qué? De lo que sea, de nada, de todo, de las cosas de la vida... No quiero un "no se que decir", quiero alguien misterioso. Y que siempre tenga algo que no pueda guardarse entre los labios.

Efecto del defecto

Lo odio. Ese defecto. Entre todos mis defecto, ése es el peor. Odio tener un día torcido- como todo el mundo. Pero lo peor, es que a mí se me tuerce más que a nadie. Literalmente. Y le echo la culpa al primero que pille. Le echo la cula de todo, de mis problemas importantes, de haberme levantado con el pie izquierdo, y de que el puto perro de mi vecino no deje de ladrar -lo odio. Y lo que más odio, es no poder encontrar un motivo, ni si quiera una excusa para ese comportamiento. Solo me queda arrepentirme, pedir perdón y cargar con las consecuencias. Pero no sabes cómo de arrepentida estoy...
Lo siento.

promesas

Ya no me creo nada. Me han hecho tantas promesas... tantas como han roto. Me han prometido todo, todo lo que quisiera, todo el amor del mundo, todo eso que en algún momento, desapareció. Todo lo que yo como una ilusa y una inocente, me creí.
Sí, supongo que yo tengo ese defecto. El defecto de confiar siempre a menos que me demuestren lo contrario. ¿Por qué no me iba a creer que me quería? Y así es como, depués de tanto golpes, He dejado de confiar. Que me suenen todas las promesas a repetidas, a falsas. Quizá la culpa la tengan ellos, por haberlas roto, o quizá la culpa la tenga yo, por extrapolar mis malas experiencias a todo. Pero es que las malas experiencias son difíciles de olvidar.
Tanto, que con una mirada, te pueden venir un torrente de recuerdos enorme encima, y costarte un esfuerzo enorme finjir que todo está bien

como la vida misma

La historia se repite, otra vuelta a la noria. Qué irónica es la vida, qué vueltas da. Un día das cuenta de que te has enamorado de la última persona que hubieras pensado. Pero ahí está, y no se puede cambiar. Y no es tan facil sacártela de la cabeza. Y vienen más, pero los sentimientos son los que son, no se pueden cambiar a gusto de nadie.
Y muchos juramentos, mucho amor enterno, pero ¿dónde está la amistad? ¿No te das cuenta? Eso que había al principio, antes que nada. ¿No os enteráis? Es la amistad la que dura para siempre, olvídate del amor, que para eso ya habrá tiempo.
Así que vienen y van, pero ¿cuántos están realmente a tu lado cuando lo necesitas? Ninguno.

cuestión de necesidad

Hay veces que te das cuenta de que necesitas a alguien cuando no lo tienes. Cuando llevas toda la semana sin verle, y estás deseando que llegue el finde para poder hacerlo. Cuando un día no está, y no sabes que hacer. Cuando estás triste y te manda un mensaje que te arranca una sonrisa. Cuando le pasa algo bueno, y lo primero que hace es correr a contártelo. Cuando te promete que todo irá bien. Cuando hablas de cosas importantes. Cuando le cuentas hasta el más mínimo detalle de la cosa más estúpida que te pasó. Cuando te da uno de esos abrazos cada vez que te ve. Le necesitas, aunque solo sea para que te pregunte "¿qué tal el día?", y de comienzo a una de esas conversaciones que duran hasta que te caes de sueño y no aguantas más.

a otra cosa, mariposa

Dicen que lo primero es admitirlo. Pues allá voy.Vale, sí, me gustaste. Me gustaste mucho. Mientras duró, después y hasta me atrevería a decir que aún queda algo. Quizá hasta después de todo lo abusrdo y sin sentido que pasó, aún queda más de lo que debería. Pero ya me cansé, no voy a estar aquí siempre esperándote. En algún momento hay que decidirse a poner un punto y aprarte, decir un "hasta luego", olvidarlo, borrarlo de tu vida, hacer que ya no hay nada... hasta que realmente desaparezca todo. ¿Si va a llegar ese momento? No lo sé, pero no será porque no lo intente, porque no me esfuerce en por no llorar cada vez que suena esa canción, por no fingir que no existes cuando te veo, por olvidarte cada vez que te pienso, por pensar que lo nuestro no iba a ningún lado. Orgullo, autoestima, fuerza. Ante todo, yo, yo y mi felicidad, mi felicidad y yo.
Ya sería el colmo que tú me robaras la felicidad.

perfeccionismo

Qué facil es decir "esto está mal", "te estas equivocando", "nunca haces nada". Sí, es muy facil ver lo que hacen mal los demás, reñirle por cada mínimo error que cometen, ver fallos en todas partes, incluso donde no los hay. Y creete que tú lo haces todo mejor que nadie, y que somos tus "aprendices". Pues no, no quiero ser como tú. Yo no haré todo bien, pero al menos no amargo la vida a los demás. Yo soy feliz con mi imperfeccionismo, mi alegría, mi locura, mi energía. Y no voy a dejar que tú me lo estropees. Así que te puedes ir con tus comentarios a otra parte.